Hacer las prácticas de BTS CI en Chipre: sol, negocios y un choque cultural garantizado
¿Estás estudiando un BTS en Comercio Internacional y pronto tienes que hacer tus prácticas en el extranjero? Entonces escucha bien: Chipre puede que no sea el primer destino en el que pienses, pero sin duda es una de las mejores ideas que puedes tener. No solo porque la isla tiene sol casi todo el año, sino también —y sobre todo— porque tiene una ubicación estratégica increíble, una cultura muy rica, oportunidades comerciales mucho más interesantes de lo que crees y un coste de vida mucho más bajo que en Francia. Así que si todavía te estás preguntando por qué hacer tus prácticas de BTS CI en Chipre, siéntate cómodamente, prepárate un café (o una limonada bien fría) y déjame llevarte en este pequeño viaje argumentado.
Una ubicación geográfica que da todo el sentido a la “prospección internacional”
Hacer tus prácticas en el extranjero está muy bien. Pero hacerlas en un país que está en la intersección de tres continentes, es todavía mejor. Y eso es exactamente lo que te ofrece Chipre. Esta pequeña isla del Mediterráneo oriental, que muchos imaginan solo como un destino de playa, es en realidad un verdadero centro geopolítico y económico. Situada entre Europa, Asia y Oriente Medio, está justo al lado de países como Turquía, Líbano, Israel o Egipto. En resumen, es un terreno de juego comercial súper estratégico, especialmente para un estudiante de BTS CI.
Concretamente, en Chipre puedes trabajar con empresas que hacen importaciones y exportaciones a destinos muy variados. Y como la isla depende mucho de las importaciones (lógico, no tiene muchos recursos naturales propios), vas a entender rápidamente por qué la prospección comercial es esencial allí. Puede que contactes con proveedores en Alemania, productores en Turquía o distribuidores en Líbano. Tendrás que comprender las necesidades del mercado chipriota, identificar los contactos adecuados, negociar en inglés (o incluso en griego o turco si te atreves)… En definitiva, harás comercio internacional de verdad, no solo mandarás dos correos a una empresa española.
Y si te preguntas qué idioma vas a hablar allí: inglés, sin duda. Aunque el griego y el turco son los idiomas oficiales (Chipre está dividida en dos zonas), el inglés se utiliza mucho, especialmente en el ámbito profesional. Verás que muchos locales hablan muy bien inglés, herencia del pasado británico de la isla.
Un contexto cultural apasionante (y a veces desconcertante)
Hacer unas prácticas en el extranjero no es solo añadir una línea al CV o aprender a usar un CRM en inglés. Es también —y sobre todo— una inmersión cultural. Y en ese sentido, Chipre tiene mucho que ofrecer. Primero porque la isla es culturalmente muy rica, con una historia compleja marcada por influencias griegas, otomanas, británicas y más recientemente europeas. Y luego porque Chipre es un país dividido, lo que le da una realidad política y social muy particular: al sur, la República de Chipre (parte griega, reconocida por la UE); al norte, la República Turca del Norte de Chipre (reconocida solo por Turquía). Dos culturas, dos religiones, dos sistemas… en una sola isla.
Lo que impresiona es que, a pesar de esta división, las dos comunidades conviven, a veces incluso en las mismas ciudades. Puedes literalmente cruzar una calle en Nicosia (la capital) y pasar de un barrio griego a uno turco. Puedes escuchar las campanas de una iglesia ortodoxa y, cinco minutos después, el llamado a la oración de una mezquita. Y esa mezcla, esa convivencia pacífica, es también una gran lección de tolerancia que vas a vivir día a día.
Además, en cuanto a estilo de vida, ambiente y ritmo, es radicalmente diferente a Francia. Aquí se vive mucho en la calle, se come tarde, se toma el tiempo. Las relaciones humanas son más directas, más cálidas. Seguramente te inviten a tomar un café en la empresa a los dos días de empezar. Aprenderás a sonreír más y a estresarte menos. Tal vez te cueste al principio, pero vas a ganar en apertura mental como nunca antes.
¿Y si quieres salir de fiesta o explorar? Lárnaca es perfecta para las noches animadas, con bares abiertos todos los días de la semana. Pafos es ideal para relajarte en playas increíbles, visitar sitios arqueológicos o tomar un cóctel frente a la puesta de sol. Nicosia es más urbana, más histórica, más auténtica. Y si te apetece, incluso puedes tomar un ferry para pasar un fin de semana en Beirut o Estambul. Cambiar de continente en pocas horas: esa es también la magia de Chipre.
Un destino asequible, incluso para un estudiante sin mucho presupuesto
Irse de prácticas al extranjero está genial… hasta que te das cuenta de que tu presupuesto de estudiante no te permite vivir en Londres o Copenhague durante dos meses. Y ahí es donde Chipre marca la diferencia. Es un destino realmente asequible, incluso con poco dinero.
Para empezar, los vuelos desde Francia o Italia son bastante baratos. Si reservas con antelación, puedes encontrar billetes de ida y vuelta por menos de 150 €, sobre todo si viajas fuera de las vacaciones escolares. Y una vez allí, buenas noticias: el coste de vida es mucho más bajo que en Francia. Puedes alquilar una habitación por 300–400 euros al mes (menos si compartes piso), comer bien por poco dinero y salir sin arruinarte.
Eso sí: algunos productos importados pueden ser caros, y el transporte público, aunque barato, no siempre es muy fiable. Tienes que estar dispuesto a caminar o a montarte una red de coche compartido. Otro detalle importante: en Chipre no siempre aceptan tarjeta bancaria, especialmente en zonas tradicionales. Acostúmbrate a llevar efectivo, sobre todo para los comercios pequeños o los cafés. Y si quieres vivir como un auténtico local, aprende a regatear en el mercado, a cocinar con productos locales y a evitar las trampas para turistas.
Empresas locales abiertas a recibir estudiantes en prácticas
Seamos sinceros: encontrar prácticas en el extranjero no siempre es fácil. Hay que enviar decenas de correos, hacer seguimientos, pasar entrevistas por videollamada… y a veces ni siquiera recibir respuesta. Pero en Chipre tienes una ventaja: las empresas locales están acostumbradas a acoger estudiantes extranjeros. Ya sea en importación-exportación, turismo, marketing, logística o incluso finanzas, siempre encontrarás estructuras dispuestas a darte tareas reales.
Tal vez te toque hacer prospección telefónica, participar en ferias profesionales, gestionar relaciones con clientes en inglés, negociar con socios… Pero no te limitarás a hacer fotocopias. Y eso, para tu currículum, es un punto muy a favor. Además, vas a desarrollar una autonomía increíble, porque estarás en un entorno nuevo, a veces algo confuso, y tendrás que adaptarte rápido. Son este tipo de experiencias las que realmente te forman, mucho más que cualquier clase teórica.
El sol, el ritmo mediterráneo… y tú
Y tampoco vamos a engañarnos: trabajar bajo el sol, lo cambia todo. Levantarte cada mañana con un cielo azul casi garantizado, terminar la jornada con un paseo junto al mar, comer ensaladas griegas y halloumi a la plancha en una terraza… no es lo mismo que pasar dos meses en una oficina gris de París o Lyon. En Chipre vas a descubrir lo que es vivir al ritmo mediterráneo: tomarte tu tiempo, disfrutar del momento, respirar más profundo.
Y eso también se nota en tu experiencia en la empresa. Verás que la gente tiene menos estrés, que las jerarquías son más flexibles, que tienes más margen para organizarte. Aprenderás a gestionar tu tiempo de otra manera, a ser eficaz sin ir con prisas, a combinar trabajo y placer. Y volverás transformado, con una nueva visión del mundo laboral.
Conclusión: Chipre, la joya oculta para tus prácticas de BTS CI
Vamos a recapitular. Hacer tus prácticas de BTS CI en Chipre es:
descubrir un país estratégicamente situado para entender los desafíos del comercio internacional
vivir una inmersión cultural rica en una sociedad marcada por influencias múltiples
aprovechar un coste de vida asequible, incluso con presupuesto de estudiante
trabajar en empresas que confían en los estudiantes y te dan misiones reales
vivir bajo el sol, en un entorno profesional y relajado que dejará huella
Así que si todavía dudabas, es hora de decidir. Prepara tu pasaporte, mejora tu CV en inglés, empieza a buscar un vuelo y, sobre todo, confía en la experiencia. Tus futuras prácticas en Chipre te están esperando… y prometen ser tan enriquecedoras como inolvidables.