Hacer tus prácticas en Noruega: lo que REALMENTE debes saber antes de partir


 

Entonces, ¿Noruega está en tu lista de deseos? ¿Ya te imaginas los fiordos, las auroras boreales y las largas caminatas por paisajes que te dejan sin aliento?Sinceramente, si buscas una experiencia diferente para tus prácticas Erasmus, Noruega es una elección de oro.Pero antes de lanzarte de cabeza, déjame explicarte algunas cosas…Porque irse a Noruega no es como irse a Barcelona un fin de semana, créeme.
Así que, siéntate tranquilo, que vamos a contártelo todo con calma.


1. El clima noruego: no son los trópicos, pero casi (a veces)


 

La verdad, el clima en Noruega es una especie de lotería según la estación y el lugar donde te instales.

Si te vas en verano — jackpot.
Especialmente si subes al norte, hacia Tromsø o Cabo Norte: vas a vivir el famoso fenómeno del sol de medianoche.
En resumen: el sol no se pone. Nunca. 24 horas de luz sin parar.
Al principio es completamente surrealista, pierdes la noción del tiempo — como salir a tomar algo a las 11 p.m. y que esté tan claro como a las 3 p.m.
Muy útil para los aperitivos tardíos y las caminatas sin límite de hora.
En cuanto a las temperaturas, olvídate del cliché de “Noruega = frío”: puede hacer 25, 30 °C en pleno verano en el sur.Sí, sí, leíste bien. Camiseta, pantalones cortos y gafas de sol aprobados.


 

Si te vas en invierno, prepárate para entrar en otra dimensión: poca luz, mucho frío… pero también mucha magia.
En Oslo, tal vez veas el sol unas 6–7 horas al día (y con suerte).
Cuanto más subes hacia el norte, menos sol verás — en algunas zonas, es noche total 24/7 durante varias semanas.
Pero —y es un GRAN pero— es la temporada de auroras boreales.
Y créeme, ver esos velos verdes bailar en el cielo es algo que se te queda grabado para siempre.
¿Temperaturas? Te va a doler: calcula -5, -10 °C fácil. Lleva un buen abrigo y zapatos impermeables.


 

Primavera y otoño son más tranquilos.
Disfrutas de días que se alargan (o acortan) y paisajes impresionantes, sobre todo en otoño con los bosques que se vuelven rojos y naranjas.
Solo prepárate con un buen impermeable: la lluvia está invitada casi todo el año.

En Noruega, cada estación tiene su encanto único: entre las caminatas veraniegas bajo el sol de medianoche y las noches de invierno viendo auroras boreales, cada momento se vuelve mágico.

2. Cómo moverse por Noruega: ¡hay que organizarse!


 

Noruega es hermosa, pero no es precisamente pequeña.
Para moverte de un punto A a un punto B, tienes varias opciones:

El bus es lo básico. Hay por todas partes, incluso en los pueblos perdidos.
Es súper fiable, muy puntual (esto no es como la SNCF, eh), pero puede ser caro para largas distancias.

El tren es aún mejor si quieres disfrutar del trayecto.
Como Oslo-Bergen — parece una película de lo hermoso que es.
Montañas, lagos, bosques, nieve… todo visto desde tu ventanita.
Cuesta un poco más que el bus, pero por la experiencia, sinceramente, vale cada céntimo.

El avión es práctico para largas distancias.
Noruega es muy alargada, así que para ir del sur al norte no tienes muchas opciones.
Hay muchos vuelos internos, pero no son baratos, así que reserva con antelación.

La bici es ideal en verano si quieres ser ecológico y hacer ejercicio.
Las ciudades son súper amigables con las bicicletas, con carriles bici por todos lados.

El coche, si quieres explorar a fondo los fines de semana.
Pero cuidado: gasolina = cara, peajes = caros, parking = caro…
Así que úsalo con moderación.

3. El alcohol en Noruega: sí pero… no


 

Entonces, pequeño aviso: el alcohol en Noruega es un tema serio.

  • ¿Menor de 18? Olvídalo.


     

  • ¿Entre 18 y 20 años? Puedes comprar cerveza y vino (hasta 4.7 % de alcohol).


     

  • ¿20 años o más? Bienvenido al mundo de los licores fuertes.


     

Y ojo, para el ron, vodka y todo lo fuerte, tienes que ir a una tienda especial: el Vinmonopolet.
Es un monopolio del Estado, con horarios bastante malos (cierra temprano y no abre los domingos).
Así que si quieres organizar una noche, planifícalo bien — si no, será zumo de naranja y agua con gas.

Última cosa: aunque tengas 25 años y barba de tres días, te van a pedir el carnet casi siempre.
Son muy estrictos con eso. Sin carnet = sin alcohol. No intentes hacerte el listo.

4. Dinero y moneda: adiós euro, hola corona noruega


 

Aquí el euro no existe.
En Noruega, todo se paga con coronas noruegas (NOK).
Y por si acaso: 1 € = más o menos 11–12 NOK (verifica antes de partir, puede cambiar).

Atención, a diferencia de otros países turísticos, en Oslo casi no hay casas de cambio en la calle.
Los noruegos prefieren pagar con tarjeta — incluso para un café de 2 €.
Así que:

  • O retiras directamente de los cajeros (ojo con las comisiones del banco).

  • O usas tu tarjeta para todo.

Pequeño consejo: avisa a tu banco que te vas a Noruega, así no te bloquean la tarjeta después de comprar tu primer sándwich de salmón.

Y si de verdad quieres cambiar euros, existen algunas casas de cambio: Ria, Money Exchange, o en el aeropuerto y algunos hoteles.
Pero sinceramente, vas a vivir con tu tarjeta.

5. El costo de la vida: abróchate el cinturón


 

Noruega no es barata. Prepara tu cartera psicológicamente.

Algunos números para ubicarte:


 

  • El costo de la vida es aproximadamente un 35 % más alto que en Francia.


     

  • Un abono de transporte público = 73 € al mes (contra 50 en Francia).


     

  • Un restaurante tranquilo = mínimo 40 € por un plato simple.
    Sí, incluso sin vino ni postre.


     

Un paquete de pasta puede costar 3 €, una cerveza en el supermercado entre 3 y 4 €, y las frutas/verduras suelen ser carísimas (especialmente fuera de temporada).
Consejito: haz la compra en cadenas como Rema 1000, Kiwi o Coop, y busca los productos locales en oferta.

El alojamiento es el verdadero problema de presupuesto.
En Oslo, calcula mínimo 700 a 1000 € al mes por una habitación decente.
Un poco menos si compartes piso.
Y aún así, hay que ser rápido: la demanda es enorme.

Buena noticia: con unas prácticas Erasmus puedes recibir una beca interesante.
No cubre todo, pero ayuda mucho a sobrevivir entre dos cafés de 5 €.

6. Vivir en Noruega en el día a día: manual de uso


 

Los noruegos pueden parecer fríos al principio.
Pero en realidad, simplemente no son muy expresivos.
Una vez que rompes el hielo (sí, juego de palabras asumido), son adorables, amables y les encanta charlar — sobre todo con un café (un “kaffe”, que allí es sagrado).

La vida laboral no es como en Francia: la puntualidad es sagrada, los horarios se respetan (normalmente de 8 a 16), y el equilibrio vida-trabajo es muy importante.
Si te quedas más tiempo en la oficina para parecer que “trabajas más”, seguro que te miran raro.

Hablar inglés no es problema.
La mayoría de los noruegos habla inglés con fluidez — casi mejor que nosotros.
Así que si tu noruego se limita a “Skål!” (¡salud!), no pasa nada.

En cuanto a la seguridad: nada que decir. Noruega es muy tranquila.
Las ciudades son limpias, seguras, puedes volver solo/a por la noche sin estar mirando atrás cada tres minutos. Es muy agradable.

7. Y fuera de las prácticas: ¿qué hacer en Noruega?


 

Sinceramente, Noruega es como un gran parque de aventuras:

  • Fiordos: Geiranger, Sognefjord, Hardanger… paisajes tan bonitos que te dejan la mente en blanco.


     

  • Ciudades geniales: Oslo por su estilo moderno y relajado, Bergen por su encanto de postal, Tromsø para ver las auroras boreales.


     

  • Senderismo mítico: Trolltunga, Preikestolen, las islas Lofoten… vistas alucinantes garantizadas.


     

  • Actividades en la naturaleza: kayak, pesca, esquí, trekking, avistamiento de ballenas — la lista es interminable.


     

En resumen: ¿vale la pena?


 

SÍ. Un millón de veces sí.
Hacer prácticas en Noruega no es solo trabajar en el extranjero.
Es vivir una verdadera experiencia, descubrir otra forma de trabajar, aprender a amar el silencio y los grandes espacios, y sobre todo, volver con recuerdos alucinantes.

Obviamente, hay que planificar el presupuesto y estar listo para aguantar un poco de lluvia (y algunos sustos bancarios).
Pero la experiencia vale cada corona gastada.

Y si necesitas ayuda para encontrar tus prácticas en Noruega o para organizarte, pues… aquí estamos, así de simple. ¡Ven, lo hablamos!