Hacer unas prácticas en la República Checa: la aventura un poco infravalorada que deberías considerar seriamente


 

Bueno. Hablemos claro.
Si te digo “hacer unas prácticas en el extranjero”, ¿en qué piensas primero? España, Malta, Portugal, quizás Canadá o Australia para los más ambiciosos. Y sin embargo, justo ahí, en el corazón de Europa, hay un país absolutamente increíble que muchos estudiantes pasan por alto sin saber realmente por qué: la República Checa.

Y sinceramente, es una pena, porque ahí tienes de todo. Pero de verdad, TODO.

Venga, siéntate, tómate un café (o una cerveza checa para entrar en ambiente), y te explico por qué la República Checa merece muy seriamente tu candidatura para unas prácticas en el extranjero.

¿Dónde está exactamente la República Checa?


 

Porque, seamos honestos, todos más o menos sabemos situar Francia o Italia, pero la República Checa, a veces, es un poco difuso. Así que, para ubicarla en el mapa: estás en pleno corazón de Europa.
Estás al lado de Alemania, Austria, Polonia, Eslovaquia… en resumen, estás en el centro de todo.



Y estar “en medio de todo” significa estar súper bien conectado.
Puedes venir en avión (los vuelos suelen ser ridículamente baratos), en tren, en bus de larga distancia, ¡o en unicornio si quieres ser original! En resumen: es accesible.

Y una vez allí, moverte de una ciudad a otra es facilísimo: Praga, Brno, Ostrava, Pilsen, todo está a pocas horas como mucho.
¿Y el bonus? Durante tus prácticas, incluso podrás pasar fines de semana en Austria o Alemania. Estás literalmente a 2-3 horas de Viena. Muy top.

¿Cuánto me va a costar esto?


 

Spoiler: no tanto. Y justamente, ese es uno de los grandes puntos fuertes del país.
La República Checa es mucho más barata que Francia, Alemania o los Países Bajos. Tus prácticas no te van a arruinar, y podrás disfrutar sin vender un riñón.

Con un presupuesto de 700 € al mes, estás bien. De verdad bien. Alojamiento, comida, transporte, ocio… todo entra. Si encuentras un buen piso compartido o una residencia de estudiantes, vas aún más holgado. En Praga, el alojamiento puede costar entre 350 y 450 €, y en otras ciudades, suele ser aún más barato.

Eso sí, cuidado con un pequeño detalle de fechas: durante Navidad y Semana Santa, los precios de los alojamientos temporales suben por culpa del turismo. Así que, si puedes anticiparte con la instalación, hazlo. Tu bolsillo lo agradecerá.

¿Y qué voy a hacer allí?


 

Muy buena pregunta.

Lo primero que hay que saber es que la República Checa no es solo Praga y su puente de Carlos (aunque, entre nosotros, vale la pena verlo). A nivel empresarial, es un auténtico hub en Europa del Este. Hay muchas empresas, y varios sectores que buscan a becarios internacionales.

Un vistazo rápido a los sectores que lo están petando:


 
  • Ingeniería & industria: automoción (¿te suena Škoda?), aeronáutica, electrónica… muchas grandes empresas internacionales están allí.

  • IT y digital: Praga y Brno están llenas de startups, empresas de ciberseguridad, datos e inteligencia artificial. Si sabes un poco de código, lo vas a disfrutar.

  • Turismo & eventos: Praga es una de las ciudades más turísticas de Europa, así que hay oportunidades en hoteles, agencias de viajes, eventos…

  • Ecología & desarrollo sostenible: el país está apostando cada vez más por las energías renovables y la gestión de recursos. Ideal si eres un futuro ecologista comprometido.

  • Logística & comercio internacional: estás en el centro de Europa, así que, evidentemente, es un punto clave para el transporte de mercancías.

Y en International Horizons, no te metemos en unas prácticas cualquiera solo para decir “enhorabuena, encontraste algo”.
Nos tomamos el tiempo de buscar LAS prácticas que encajen contigo: tu perfil, tu proyecto, tus estudios, tus ganas.
Tanto si estás en un ciclo corto, una licenciatura, máster o año sabático, hay unas prácticas que van a encajar contigo.

¿Y la vida allí?


 

Otra joya infravalorada.

Primero, la ciudad: Praga.
Fácilmente una de las ciudades más bonitas de Europa. Su castillo (el más grande del mundo, sí, en serio), sus callejuelas medievales, el Puente de Carlos, el casco antiguo, las callecitas adoquinadas… todos los días vas a alucinar.

Pero no es solo bonita, también está muy viva.
Conciertos, museos, bares, cafés, clubs, fiestas estudiantiles… hay de todo. No te vas a aburrir.
Y sobre todo: los precios para salir son mucho más baratos que en Francia. Puedes salir sin sentirte culpable.

¿Y si necesitas aire?
La República Checa también es naturaleza al alcance: montañas, bosques, parques nacionales, lagos… puedes hacer senderismo, bici, kayak, esquí en invierno. El equilibrio perfecto entre ciudad y naturaleza.

¿La gente?
Muy acogedora. Sobre todo los jóvenes.
La mayoría de estudiantes y jóvenes profesionales hablan muy bien inglés.
Así que aunque no hables checo, vas a integrarte súper rápido.
Y honestamente, con un par de cervezas compartidas, ya empiezan las buenas amistades (sí, aquí la cerveza es casi un estilo de vida).

¿Necesito hablar checo?

No.
Pero tu CV tiene que estar en inglés. Eso es indispensable.
Y ahí entramos nosotros: nos lo mandas y te ayudamos a que quede atractivo, claro y eficaz.
Aunque nunca hayas trabajado, sabremos cómo destacar tus proyectos escolares, trabajitos, actividades deportivas o de voluntariado… todo suma.

El objetivo es mostrar a las empresas que tienes habilidades y, sobre todo, motivación. Lo demás lo aprenderás sobre la marcha.

¿Y esto para qué sirve en mi CV?


 

Para mucho más de lo que te imaginas.

  • Tendrás una verdadera experiencia internacional.
  • Habrás trabajado en inglés.
  • Habrás demostrado que sabes adaptarte, mudarte, integrarte en otra cultura, salir de tu zona de confort.
  • Estarás mucho más tranquilo/a en tu próxima entrevista en Francia (o en otro país).

En resumen: vas a ir un paso por delante.

¿Cómo funciona concretamente con nosotros?


 

Muy fácil:
Nos contactas.
Hablamos de tu proyecto, tus deseos, tus limitaciones.
Construimos juntos tu candidatura (CV en inglés, etc.).
Buscamos las prácticas perfectas a través de nuestra red local.
En general, en 3 semanas ya tienes una oferta sólida sobre la mesa.
Tú confirmas, te damos todos los consejos prácticos para salir tranquilo/a… ¡y a vivir la aventura!

Y una vez estés allí, no te dejamos tirado/a: seguimos disponibles, hacemos seguimiento de tus prácticas, y te echamos una mano si hace falta.
Porque unas prácticas en el extranjero tienen que ser ante todo una experiencia divertida y enriquecedora.
Y eso, es lo que más nos gusta organizar.

¿Entonces, te lanzas?


 

Sinceramente: si te apetece una verdadera aventura humana, descubrir un país precioso y súper accesible, potenciar tu CV y vivir una experiencia que no vas a olvidar jamás…
La República Checa es, probablemente, uno de los mejores planes ahora mismo.

Te esperamos cuando quieras para empezar tu proyecto. Y en unas semanas, serás tú quien suba fotos de tus prácticas en Praga a Instagram mientras tus amigos todavía están buscando dónde ir.

La comida en la República Checa: hablemos de las verdaderas prioridades.

Bueno, seamos honestos un momento.
Hacer prácticas en el extranjero es genial para el CV, las habilidades, la carrera… sí, de acuerdo.
Pero lo que todos queremos saber antes de irnos es: «¿Voy a comer bien?»
Y créeme: en la República Checa vas a disfrutar. No necesariamente como en casa de la abuela, pero a tu manera.

Primero, olvídate de la idea de que en Europa del Este solo se come col y patatas.
Sí, hay col (mucha col, de hecho), pero la cocina checa es mucho más que eso.

Los platos típicos que se convertirán en tus nuevos clásicos:
  • Svíčková: una especie de asado de ternera con salsa cremosa, verduras, arándanos y knedliky (las famosas albóndigas de pan que acompañan casi todo aquí). Es muy reconfortante, especialmente cuando hace frío.

  • El gulash checo: nada que ver con el húngaro, aquí suele ser más cremoso y siempre se sirve con knedliky, por supuesto.

  • Smažený sýr: atención, joya estudiantil. Es literalmente queso empanado y frito, servido con patatas fritas y mayonesa. El plato perfecto para el almuerzo cuando tienes pereza o poco presupuesto.

  • La sopa (polévka): a los checos les encantan las sopas, tanto en verano como en invierno. Suelen ser muy sabrosas, baratas y muy saciantes.

En cuanto al presupuesto, la comida es súper asequible. Puedes comer fácilmente fuera por 5-8 € al mediodía en los pequeños restaurantes locales (los famosos hospoda). Incluso en Praga, solo tienes que alejarte un poco de las zonas demasiado turísticas para comer bien sin gastar mucho.

Y la cerveza, por supuesto.

Como imaginarás: aquí la cerveza es una religión. La pilsner nació en la República Checa (sí, la famosa Pilsner Urquell), y el país sigue siendo uno de los mayores consumidores de cerveza per cápita del mundo.
Pero la idea aquí no es beber de cualquier manera, sino que es una verdadera cultura de convivencia. Pronto te acostumbrarás a las noches en los pubs locales con tus compañeros de prácticas o de piso.

En resumen, en cuanto a comida y bebida: vas a estar bien, feliz, y tu bolsillo va a sobrevivir. Y sinceramente, no se puede pedir mucho más para unas prácticas en el extranjero.