Hacer tus prácticas en Praga: la República Checa te espera (¡y te damos la guía definitiva para disfrutarla a tope!)

¿Acabas de conseguir tus prácticas en la República Checa y llegas pronto a Praga? ¡Enhorabuena! Primero, déjanos decirte que has hecho una excelente elección. Praga es una de las ciudades más bonitas de Europa, una joya arquitectónica, histórica y cultural, y encima con precios todavía bastante razonables (sobre todo si vienes de una gran ciudad francesa donde hasta un café cuesta un salario mínimo).

Pero claro, llegas, dejas tus maletas, miras a tu alrededor… y te preguntas: “eh… ¿por dónde empiezo?”
No entres en pánico. El equipo de IH está aquí para ofrecerte en bandeja la guía definitiva para descubrir Praga durante tus prácticas. Lo hemos probado todo por ti (sí, fue un trabajo duro), y te prometemos: esta lista te convertirá en un/a experto/a en la ciudad en pocas semanas. Seas del team museos, paseos, fiestas o relax, hay algo para todos los gustos.

  1. Iglesia de Nuestra Señora de Týn y la Plaza de la Ciudad Vieja

Vamos a dejarlo claro: es imposible venir a Praga y no pasar por la Plaza de la Ciudad Vieja (Staroměstské náměstí). Es EL corazón histórico de la ciudad, y donde sacarás tus primeras fotos para petarlo en Instagram. Te vas a encontrar con una mezcla increíble de estilos gótico, barroco y rococó, todo súper bien conservado. Sinceramente, parece que la ciudad haya hecho un pacto con el diablo para mantenerse así de bonita.


 

En medio de la plaza, no puedes perderte la iglesia de Nuestra Señora de Týn, con sus dos enormes torres góticas que apuntan al cielo. Parece sacada de un cuento de hadas o de una peli antigua de Drácula. Si puedes, entra: el ambiente es aún más impresionante, con bóvedas altísimas y un órgano alucinante.


 

Pero lo mejor del espectáculo es el reloj astronómico (Orloj), colgado en la pared del Ayuntamiento justo al lado. Cada hora, hay un pequeño desfile animado que atrae a montones de turistas. Solo dura dos minutos, pero es mítico. Consejo: levanta un poco la vista y fíjate en los detalles de las esferas, es auténtico encaje medieval.

Bonus para los más motivados:

Sube a la cima de la torre del Ayuntamiento (unos 70 metros). Tendrás una vista panorámica brutal de todo Praga. Al atardecer, es simplemente mágico. La entrada es barata y merece cada corona checa.

2. Puente de Carlos: la postal imprescindible

Seguro que ya has visto una foto del Puente de Carlos (Karlův most), aunque no lo supieras. Es uno de los iconos absolutos de Praga. Este puente de piedra del siglo XIV cruza el río Moldava y conecta la Ciudad Vieja con el barrio de Malá Strana y el Castillo. Es un verdadero museo al aire libre: 30 estatuas barrocas de santos, músicos callejeros, artistas dibujando retratos o caricaturas… En resumen, siempre hay vida.


 

Si quieres vivir la experiencia de verdad, ve temprano, tipo antes de las 8 de la mañana, cuando los turistas todavía duermen. Tendrás el puente casi para ti, con una luz suave y la niebla elevándose del río. Garantía de fotos espectaculares.

Por la noche, el ambiente es totalmente distinto: las luces de la ciudad se reflejan en el agua, los músicos tocan jazz o violín, y puedes pasear tranquilamente.

Y un poco de historia: el puente debe su nombre a Carlos IV, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, que transformó Praga en una de las capitales más importantes de Europa Central en la Edad Media.

3. Castillo de Praga: ¡prepárate para subir!

Ahora vamos con algo grande. El Castillo de Praga (Pražský hrad) no es un castillo cualquiera. Es, de hecho, el castillo antiguo más grande del mundo (lo dice el Guinness, ojo). Es un complejo de edificios, callejuelas, jardines y palacios que cubre 70.000 m². O sea: prepárate para caminar.


 

Ahí encontrarás la Catedral de San Vito (Katedrála svatého Víta), una joya gótica que domina la ciudad con sus torres. Aquí se coronaban los reyes de Bohemia. El interior ya justifica la visita: vitrales impresionantes, tumbas reales, frescos medievales…


 

Y también está el famoso Callejón de Oro (Zlatá ulička), con sus casitas de colores y un aire de pueblo de muñecas. Incluso puedes visitar la casa donde vivió Franz Kafka. Advertencia: muy Instagrameable.


 

Guarda algo de energía para los jardines del castillo y la terraza, con una vista panorámica brutal de toda la ciudad. Desde ahí arriba, Praga se muestra en su mejor versión.

4. Plaza Wenceslao: el otro centro de Praga

Muchos piensan que la Plaza de la Ciudad Vieja es la única plaza mítica de Praga. ¡Error! También está la Plaza Wenceslao (Václavské náměstí). En realidad, es más una avenida enorme que una plaza tradicional. Aquí han tenido lugar muchos eventos históricos, como las manifestaciones de la Revolución de Terciopelo en 1989 que acabaron con el régimen comunista.


 

En lo alto de la plaza, no puedes perderte la estatua ecuestre de San Wenceslao (el patrón de Bohemia) y el Museo Nacional, un precioso edificio neorrenacentista. Solo la fachada ya vale la pena. Si tienes tiempo, el museo ofrece exposiciones variadas, desde historia natural hasta historia checa.


 

Y mención especial para el Hotel Evropa, un magnífico ejemplo de arquitectura modernista, aunque el interior no siempre esté abierto.


 

5. Calle Celetná: entre compras y paseo real

¿Te apetece pasear con calma? Ve a la calle Celetná, que conecta la Plaza de la Ciudad Vieja con la Torre de la Pólvora. Antes era parte del Camino Real que recorrían los reyes checos durante sus coronaciones.


 

Hoy es una calle peatonal muy agradable, con casas elegantes, pequeños cafés, tiendas de souvenirs y pastelerías donde puedes probar los famosos trdelník (aunque sea una trampa para turistas, están ricos).


 

Si te interesa el arte, puedes parar en el Museo del Cubismo, dentro de la Casa de la Virgen Negra. Una joya de arquitectura cubista (¡muy rara en Europa!) que vale la pena ver.


 

6. Torre de la Pólvora: una impresionante reliquia medieval

La Torre de la Pólvora (Prašná brána) es una de las últimas puertas que quedan en pie de las antiguas murallas medievales de la ciudad. Data de finales del siglo XV y debe su nombre a su antigua función como almacén de pólvora.


 

Puedes subir a la cima para disfrutar de la vista sobre la Ciudad Vieja y el Castillo. Menos conocida que la torre del Ayuntamiento, pero igual de bonita (y normalmente con menos gente).

7. Hradčany: el rincón verde de Praga

¿Necesitas un poco de naturaleza después de tanto turismo? Dirígete al barrio de Hradčany, alrededor del Castillo. Es el antiguo pueblo original que dio lugar a Praga.


 

La zona es mucho más tranquila, con calles adoquinadas, parques (como los jardines del Palacio Wallenstein) y pequeños cafés escondidos, perfectos para una pausa tras un día intenso de visitas o prácticas.


 

En verano, el barrio es ideal para tumbarse bajo los árboles, hacer picnic o simplemente disfrutar del sol checo (sí, en Praga también hace buen tiempo).

8. Joyitas extra para impresionar a tus compañeros de prácticas

Porque nos encanta darte ideas para salir de lo típico:

  • El Muro de John Lennon: un muro cubierto de grafitis y frases de paz, convertido en símbolo de libertad durante el comunismo. Perfecto para fotos con estilo.


     

  • Vyšehrad: una antigua fortaleza menos conocida que el Castillo de Praga pero igual de impresionante, con vistas espectaculares sobre el Moldava.


     

  • Petřín y su torre: una colina verde en pleno centro, con una torre que parece una mini Torre Eiffel. Sube a pie o en funicular.


     

  • Parque Letná: ideal para relajarse con una cerveza y disfrutar de una de las mejores vistas de los puentes de Praga. Muy popular entre los locales.


     

9. Vida práctica durante tus prácticas en Praga

Aquí van unos tips útiles para tu día a día como becario/a:

  • Transporte: Praga tiene una red excelente de tranvías, metro y autobuses. Un abono mensual cuesta unos 20–25 € y sirve para todo. Descarga la app PID Lítačka, súper útil.


     

  • Idioma: el checo no es fácil, pero los jóvenes suelen hablar inglés. Unas palabras básicas siempre caen bien entre los locales.


     

  • Costo de vida: comerás muy bien y por poco dinero. Un menú estudiantil en un restaurante local cuesta entre 5 y 7 €. La cerveza es casi más barata que el agua.


     

  • Alojamiento: compartir piso es muy común entre becarios y Erasmus. Mira en grupos de Facebook tipo «Prague Expats» o «Flatshare in Prague».


     

10. ¿Y sobre las prácticas?

La República Checa, y Praga en particular, atraen cada vez más empresas internacionales, startups y pymes en crecimiento. Puedes trabajar en turismo, informática, marketing, ingeniería, finanzas… hay oportunidades para todo el mundo.

Los checos son bastante relajados, pero valoran el trabajo bien hecho. Sé puntual, muestra motivación y no dudes en proponer ideas: aprecian mucho la iniciativa. Verás cómo tus prácticas pasan volando.

11. ¿Y si necesitas ayuda…?

Ya lo sabes: en International Horizons estamos para eso. ¿Buscas prácticas en la República Checa? ¿Alojamiento? ¿Información práctica? ¿Alguien con quien desahogarte si tienes morriña? Aquí estamos.
Contáctanos, el equipo de IH siempre está listo para echarte una mano, e incluso para darte buenos planes para disfrutar al máximo tu estancia.


 

Ya tienes tu hoja de ruta para tus prácticas en Praga. Verás que esta ciudad te va a sorprender por su belleza, su ambiente seguro y relajado, sus noches animadas, su gastronomía barata (¡viva el goulash y la svíčková!) y su gente encantadora. Disfruta a tope, explora, haz amistades y sobre todo… ¡tráenos un montón de fotos y anécdotas!

¡Felices prácticas en la República Checa! 🇨🇿