Ir de Erasmus a Praga con tus estudiantes de secundaria: ¿y si fuera la mejor idea para ellos?


 

Francamente, no vamos a andarnos con rodeos: organizar una movilidad Erasmus para estudiantes de secundaria siempre es un verdadero proyecto.
Es bonito, formativo, pero requiere organización, garantías, seguridad y sobre todo… mucho factor humano.
Porque hablamos de adolescentes, a menudo menores, para quienes a veces es la primera verdadera salida lejos de casa.
Y para sus padres, suele significar muchas preguntas, inquietudes y una enorme necesidad de estar tranquilos.

En International Horizons, eso es exactamente lo que hacemos desde hace años: acompañamos grupos de jóvenes en sus primeras experiencias en el extranjero, y conocemos de memoria esa mezcla de emoción y estrés que representa para todos.

Hoy, te proponemos un destino magnífico, lleno de historia y perfectamente adaptado: Praga.

Praga: el descubrimiento de una verdadera capital europea… con tranquilidad.

Praga es una ciudad increíble. Ni demasiado grande, ni demasiado pequeña. No abrumadora como algunas megalópolis, pero tampoco demasiado “pueblo”.


 

Los jóvenes se sienten muy pronto a gusto allí.
El transporte es simple y eficiente, la gente es acogedora, y aunque el checo sea impronunciable para nosotros, el inglés es más que suficiente para comunicarse a diario.
Y sobre todo… Praga deja huella. Las calles empedradas, los puentes, el Vltava, el castillo que domina la ciudad: es un verdadero decorado de postal. Los jóvenes regresan con recuerdos llenos la cabeza.

Ir a un albergue: una verdadera elección pedagógica


 

A diferencia de otros destinos donde los jóvenes se alojan en familias de acogida, en Praga priorizamos el albergue juvenil.Y no es casualidad.


 

El albergue permite:

  • mantener a todos juntos,
  • asegurar la supervisión,
  • acompañar poco a poco su autonomía,
  • gestionar la vida cotidiana de forma colectiva.

Los alumnos duermen en pequeños grupos en habitaciones separadas (chicos/chicas), el equipo local está presente 24/7, y cada semana se establece un plan de tareas diarias.
Aprenden a cocinar juntos, a hacer la compra (entregada en el lugar), a ordenar, a lavar su ropa… en resumen: a apañárselas, siempre supervisados, nunca dejados a su suerte.

A menudo son estos momentos de vida cotidiana donde nacen los recuerdos más bonitos y las risas más grandes.

Una preparación antes de partir: no dejamos nada al azar

No lanzamos a un grupo de jóvenes en un avión sin preparación.
Antes de la salida, siempre organizamos:

  • una reunión con los profesores y el director para repasar todo (logística, organización, emergencias, seguros…),

  • una sesión real con los estudiantes para prepararlos para la vida en el lugar: cómo será la estancia, hábitos alimenticios, reglas de vida colectiva, diferencias culturales… y sobre todo: ya creamos un vínculo con ellos.

Esta preparación es el momento en que muchas miedos desaparecen.
Los jóvenes empiezan a imaginar, los padres también.
A menudo, tras esta reunión, las familias nos dicen: “Bueno… en realidad ahora estamos tranquilos.”

La llegada a Praga: estamos ahí de principio a fin


 

En cuanto aterriza el avión, tomamos el relevo.
Bienvenida en el aeropuerto, traslado al albergue, instalación en las habitaciones.

Muy pronto, salimos a descubrir Praga juntos: la ciudad vieja, el puente de Carlos, el castillo… es importante que tengan sus referencias desde el principio.


 

Las prácticas: siempre adaptadas a su nivel


 

Lo sabemos bien: una movilidad en el extranjero no es como una práctica en Francia.
Las empresas checas conocen el nivel de los jóvenes, hablamos con ellas con antelación, adaptamos las misiones.


 

Colocamos a los estudiantes en varios campos:

  • comercio, ventas, atención al cliente,
  • hostelería, restauración, turismo,
  • panadería, pastelería,
  • primera infancia, salud, trabajo social,
  • peluquería, estética, bienestar,
  • administración, gestión.

Antes de partir, cada alumno realiza un pequeño test de idioma (simple, sin presión) para que podamos transmitir su nivel de inglés a la empresa.

¿Y si surge un problema? Lo gestionamos.


 

A veces, como en todas partes, una práctica puede no convenir.
No hay pánico. Si un joven no se siente bien en una empresa, reaccionamos inmediatamente.
Buscamos una solución. Cambiamos de empresa si es necesario. Siempre en el interés del alumno.
Estamos en el lugar, somos reactivos, y sobre todo mantenemos un contacto constante con los profesores y padres.

Nunca los dejamos solos


 

Durante toda la estancia:

  • nuestro equipo local está en el albergue todos los días.
  • un número de emergencia está disponible 24/7.
  • los profesores tienen nuestros contactos directos.
  • hacemos puntos regulares con el centro educativo.

  •  


Los jóvenes están acompañados desde el primer hasta el último día.
Y siempre estamos ahí para ellos, ya sea para pequeños problemas logísticos o para los bajones pasajeros.

Administrativamente, te facilitamos la vida


 

Los expedientes administrativos, los conocemos.
Sabemos que los profesores no siempre tienen tiempo para perseguir los papeles.
Por eso centralizamos todo en una carpeta compartida.
Proporcionamos modelos de documentos, ayudamos a formar los expedientes, seguimos el avance de cada alumno.

Solicitamos:

  • CV en inglés (les ayudamos a redactarlo),
  • tarjeta europea de seguro médico,
  • seguros de repatriación y responsabilidad civil,
  • documentos de identidad,
  • fotos de identidad,
  • código de buena conducta firmado,
  • autorización parental para cuidados médicos,
  • ficha sanitaria,
  • test de idioma,
  • learning agreement,
  • certificado de antecedentes penales (solo para sanitario y social).

Al final: ¿por qué elegir Praga para una primera movilidad?


 

  • Porque es una ciudad magnífica, segura y accesible.
  • Porque es un verdadero proyecto de apertura cultural.
  • Porque los jóvenes vuelven siempre más grandes, maduros y orgullosos de sí mismos.
  • Porque los acompañamos de la A a la Z.
  • Y porque, honestamente: ver sus sonrisas al volver vale más que todo el oro del mundo.

Si quieres hablar, estamos aquí.
Podemos organizar una reunión en tu centro, responder a las preguntas de las familias y construir juntos un proyecto adaptado a tu instituto.

Praga solo les espera.

Los beneficios de la movilidad Erasmus en estudiantes de secundaria: lo que realmente observamos en el terreno

Hablar de los beneficios de la movilidad es fácil en el papel.
Se pueden hacer listas: autonomía, apertura mental, competencias lingüísticas, confianza en uno mismo…
Pero en el terreno, lo que vemos es aún más fuerte. Y eso es lo que hay que contar.

Para muchos jóvenes, ir al extranjero es un gran paso adelante.
Algunos nunca han tomado un avión. Otros nunca han estado lejos de su familia por más de unos días.
Cuando los recogemos en el aeropuerto a su llegada, a veces leemos en sus miradas una mezcla de emoción y miedo. Es normal.
Y justo ahí comienza la aventura.

Desde los primeros días en Praga, los jóvenes descubren habilidades que no sospechaban tener.
Tienen que encargarse de su ropa, preparar sus comidas, organizar sus días.
Incluso hacer la compra en un supermercado checo se convierte en una pequeña victoria diaria.

Luego, por supuesto, está la práctica.
Al principio, hay cierta aprensión al hablar inglés, entender las instrucciones y ser aceptados en un equipo.
Pero muy pronto, vemos nacer ese orgullo en ellos cuando cuentan que lograron gestionar un pedido, atender a un cliente o participar en una reunión.
Cada pequeño logro se convierte en un verdadero impulso de confianza.

Y luego están las relaciones humanas.
En pocos días, los jóvenes crean vínculos fuertes entre ellos.
Comparten todo: los momentos de estrés, los éxitos, y a veces las dificultades.
Vemos cómo los grupos se unen, nacen amistades improbables entre estudiantes que casi no se hablaban en el instituto.

También, a veces, surgen las primeras conversaciones reales sobre el mundo.
Algunos descubren que existen otras formas de vivir, otras mentalidades.
A menudo se escuchan frases como:
“Pensaba que era como en casa, pero en realidad no es así.”
“Ellos no trabajan igual. Son más relajados con los horarios, pero muy profesionales en todo lo demás.”

Y al regresar, son a menudo los padres quienes notan el cambio.
Adolescentes más maduros, más independientes, más abiertos.
Jóvenes que se atreven a hablar, que cuentan sus anécdotas con orgullo.
Algunos vuelven con ganas de partir de nuevo, de seguir aprendiendo, de mejorar su inglés.
Hemos visto jóvenes que, después de esta primera movilidad, se atrevieron a postular a BTS en alternancia en el extranjero o a escuelas con programas internacionales.

Lo que hay que entender bien es que para muchos de estos alumnos, esta movilidad no es solo una práctica.
A menudo es un verdadero primer paso en la construcción personal.
Y nosotros tenemos la suerte de estar en primera fila para ver estas transformaciones suceder ante nuestros ojos, semana tras semana.

El papel de los profesores en el éxito del proyecto: una aventura colectiva

Lo decimos a menudo, y es verdad: sin los profesores, no hay movilidad posible.
Ustedes son las piezas clave del dispositivo.

Por supuesto, nosotros estamos para toda la organización logística, las empresas, el alojamiento, el seguimiento en el lugar.
Pero en el día a día, son los profesores quienes conocen a sus alumnos, quienes saben quién está listo para partir, quién necesita ser tranquilizado, quién necesitará un poco más de acompañamiento.

Antes de la salida, vuestro papel es enorme.
Ayudáis a los alumnos a preparar sus expedientes, a redactar su CV, a realizar el test de idioma.
Respondéis a las preguntas de las familias, participáis en las reuniones informativas.
Sois los interlocutores de confianza para los padres que, a veces, no se atreven a hacer ciertas preguntas directamente a la organización.

Durante la estancia, aunque nosotros estemos presentes en el lugar, muchos centros eligen enviar a uno o dos profesores acompañantes.
Eso es muy valioso.
Porque ustedes conocen a los jóvenes, saben cómo desactivar pequeños conflictos, cómo detectar a quien empieza a decaer y solo necesita hablar un cuarto de hora para volver a ponerse en marcha.

Y luego también están los intercambios entre colegas.
A menudo vemos, en estos proyectos, cómo los equipos pedagógicos se unen alrededor del proyecto Erasmus.
Profesores de distintas materias que trabajan juntos, profesores que descubren a sus alumnos desde otro ángulo.
También es, a veces, la oportunidad de crear nuevas dinámicas en el centro.

Después del regreso, vuestro papel continúa.
Los informes de prácticas, los feedbacks, las presentaciones ante las clases, los intercambios con las familias: ayudáis a los alumnos a poner en palabras lo que han vivido y a valorar su experiencia.
A veces incluso a conseguir su primer empleo gracias a esa línea en el CV.

Nosotros, por nuestra parte, hacemos todo para facilitaros la tarea:

  • Centralizamos los documentos administrativos,
  • Nos encargamos de toda la logística en el lugar,
  • Os enviamos informes regulares,
  • Estamos disponibles en todo momento.

Pero sin vuestra implicación humana, ninguna movilidad funcionaría tan bien.
En el fondo, una movilidad Erasmus es un trabajo en equipo.
Los alumnos, las familias, los profesores, la organización: cada uno en su lugar, cada uno con su rol, y al final, una experiencia increíble para los jóvenes.