Suecia es el quinto país más grande de Europa en términos de superficie. Su paisaje es polifacético, un equilibrio entre densos bosques, cordilleras y lagos que bordean las principales ciudades.
Lo esencial que hay que meter en la maleta
El clima de Suecia es ligeramente diferente al de los países del sur, por lo que en invierno puedes olvidarte de los pantalones cortos y apostar por tu abrigo de esquí, los pantalones más gruesos de tu armario y, sobre todo, tus guantes. Las temperaturas suelen ser negativas y si quieres evitar tener las manos azules, te aconsejo que las cubras. La ropa impermeable es imprescindible, porque en Suecia las lluvias son frecuentes.
Su poder adquisitivo en Suecia
Para vivir bien en Suecia, necesitas gastar unos cien euros al día entre alojamiento, comida, actividades de ocio… En Suecia, no esperes salir todas las noches hasta el amanecer (o si no, elige Malta o España). Así que planea tener un presupuesto lo suficientemente grande como para cubrir tus necesidades 😉 Suecia está llena de especialidades culinarias de diferentes regiones, así que no tendrás problemas para comer en el país.
Herencia sueca
Suecia tiene un rico patrimonio, y si eres un aficionado a la historia, este es el país para ti. Hay muchos monumentos y edificios históricos en el país, empezando por el inevitable sitio de Drottningholm, que cuenta con un magnífico castillo real. La arquitectura se inspira en el famoso Palacio de Versalles. La estación de Grimeton en el condado de Halland. Esta emisora de radio es el medio de comunicación más común durante la Primera Guerra Mundial. Durante sus días libres, también podrá visitar la región de Laponia, un momento aislado de toda civilización para descansar y disfrutar de la naturaleza.
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